¡Atención! León Landaida los invita al cine a ver:
Corazón de León
Yo
recomiendo esta película porque nos enseña a valorar
a las personas por lo que son, no por su apariencia. Parece obvio, pero si bien lo
pensamos, no siempre es fácil ponerlo en práctica; nos quedamos
más tranquilos cuando somos iguales al resto, cuando no sobresalimos
ni tenemos nada diferente, eso nos hace hacer sentirnos más seguros.
La
película logra un buen equilibrio entre los momentos graciosos y los
más difíciles, y como para que podamos reflexionar sobre
situaciones complicadas. El relato es bastante dinámico, el guión
decae hacia el final, y la historia pierde un poco de tensión,
probablemente por estar demasiado centrada en las dudas y los deseos
de los personajes y no tanto en las reflexiones que la situación
puede generar.
Sumado
a eso, la estética y la música, demasiado similares a las de una
publicidad, le aportan a la historia un tinte algo superficial, con
algunas imágenes que parecen salidas de un catalogo de viajes.
Sin embargo, la
película deja un mensaje positivo, de alguien que a fuerza de
voluntad ha podido superar lo que le falta, y sobre eso construyeron
una comedia romántica sólida, con muy buenas actuaciones. ¡¡No te
la pierdas !!
SINOPSIS
La película cuenta sobre una exitosa abogada dedicada a los litigios de familia llamada Ivana Cornejo. Desde hace tres años está divorciada de Diego Bisoni (Mauricio Dayub), también abogado y socio del estudio Cornejo/Bisoni.
Tras la pérdida de su celular, Ivana recibe la llamada de alguien que lo encontró, con intenciones de devolvérselo. Es León Godoy (Guillermo Francella), un arquitecto de gran renombre con una personalidad arrolladora: simpático, galante, carismático… y también divorciado.
En la charla telefónica que mantienen se establece una empatía inquietante y ambos sienten un inmediato interés. Durante esa misma charla coordinan para encontrarse al día siguiente en una confitería y allí concretar la devolución del celular. Ivana es la primera en llegar. Unos minutos más tarde arriba León y, al verlo, Ivana queda perplej a. León es todo lo que ella percibió, pero mide 1,35m. Es el hombre perfecto, pero… demasiado bajo.
A partir de ese encuentro, Ivana buscará superar esos cuarenta y cinco centímetros que le faltan al hombre de su vida. Así se enfrentará a las convicciones de una sociedad implacable y a sus propios prejuicios, que exigen a los hombres el éxito económico, profesional y esos ineludibles ciento ochenta centímetros de altura.
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