Este relato fue escrito por nuestra autora y amiga Camila Barboza Peri. Si empiezan a leerla ahora, el día de mañana, cuando sea reconocida por el mundo, podrán decir: "yo la sigo desde siempre, desde que era una piba y estaba en la escuela"
Realidades
Alternas.
Mamá.
Ya
era tarde, y había mandado a Gala a la cama. Habíamos discutido
porque quería irse a una fiesta, con un "amigo" que estoy
segurísima que tenia malas intenciones. Los chicos de hoy en día
están tan acelerados, por eso hay tanta inseguridad afuera. El otro
día vi como afuera de un boliche se agarraban a piñas, eso no
pasaba en mis días.
Bueno
como te contaba Lucre, fui a buscarla porque no me gusta quedar mal
con ella viste, abrí la puerta de su habitación súper dispuesta a
hablar.
¡Y
se había escapado!
Lo
que me enojé Lucre, ¡¡lo que me enojé!! Fui a buscar al hermano
para que cantara porque sé que entre él y Gala se mandan textos
todo el día por el celular. Además estaba segura de que ese
chico la había convencido de que se fuera. Ella es tan buena hija,
para nada rebelde, pero desde que se juntó con él... creo que se
llamaba Elliot, desde que está con él me contesta muy mal. En fin,
fui a buscar a mi hijo, y lo encontré en su página web esa, de
extraterrestres...vive ahí adentro Lucre, te juro que no lo puedo
sacar ni sobornándolo con un viaje a Disney. El padre y yo estamos
re preocupados, ya no sabemos qué inventarle…
Hermano.
Viernes,
12.37 A.m.
Mi
hermana desapareció. Mi mamá vino a buscarme para que le mandara un
mensaje, aunque sigue sin creer en mi teoría. Estoy seguro de que
Elliot viene de otro planeta. Mi mamá sigue siendo tan ilusa como
para creer que somos los únicos en el universo. ¿Cuántas veces
tengo que mostrarle todas las pruebas que hay? Hasta le hice ver
documentales, y sigue sin entender… Y eso que cree cualquier cosa
que aparezca en la televisión.
Viernes,
2.32 A.m.
Mi
hermana llegó a mi casa, pálida y con Elliot. A mi mamá casi le
agarra un ataque. Decidí interrogar al chico, la palidez de mi
hermana podía ser producto de ser un experimento de los antiguos
alienígenas que vinieron hace millones de años. Parecía bastante
nervioso, lo que tomé como signo positivo.
Mi
mamá tenía un mini ataque de pánico, porque al fin Gala había
decidió romper un poco con su imagen de hija perfecta. Es obvio que
la descoloca que por una vez mi hermana no le dé la razón. Estaría
feliz por ella, si no fuera porque Elliot no es un ser humano.
Domingo,
12.45 P.m.
Gala
trajo a Elliot, para presentarlo a la familia como su novio, en el
cumpleaños de mi papá. Mamá no termina de aceptarlo, sobre todo
después de encontrar cámaras, agua bendita y un rosario roto en el
bolso que llevaba Gala el viernes a la noche, ahora inventó que
Elliot está en un culto satánico.
Aunque
yo creo que los alienígenas quieren analizar el papel de la religión
en la humanidad.
En
fin, a mi padre le cayó bien, así que ahora el intruso es
intocable.
Volveré
a conectarme en caso de información. Cambio y fuera.
Elliot.
Gala
está tan emocionada. Me da miedo, todavía no teníamos ninguna
confirmación del caso. Además, su mamá cree que la quiero
pervertir o algo parecido, y eso es lo que menos quiero. Prefiero
dejar pasar este caso a tener que caerle mal a Amelia. Sobre todo
ahora que con Gala formalizamos.
Por
suerte, los dos entramos a la misma escuela profesional, y vamos a
estudiar lo mismo. Parapsicología.
Fue
muy loco, los dos somos tan diferentes en la secundaria. Ella es
presidenta del centro de estudiantes, del club de debate y de mil
cosas más.
Yo
soy más bien rebelde, y siempre voy al castigo. Aunque no soy un
idiota tampoco soy un genio, pero sé bastante de lo que me interesa,
como todos los procesos paranormales.
Aunque
intenté decirle que el profesor Lerman -uno de nuestros
futuros profesores de la escuela de profesionales que aceptó
llevarnos a algunos casos- nos perdonaría por faltar a este, Gala
insistió en que debíamos ir de todos modos.
Como
yo había supuesto, me llamó para decirme que su mamá no la dejaba
salir, y me pidió que la esperara hasta medianoche, porque
iba a salir por la ventana.
Fui
a buscarla en mi auto, sin entender todavía su obsesión con este
caso.
Bajó
por el árbol de su ventana, y se subió apurada a mi auto.
-¡Vamos
antes que mi mamá me descubra!- me dijo después de darme un beso.
Llegamos
a la casa donde nos citó el profesor. Él y su equipo (Anna y Tyler,
ya estudiantes de parapsicología) estaban ahí y no tardaron en
ponernos al tanto de todo.
Según
lo que el profesor había recopilado sobre esta casa, cada diez años,
una persona moría, y se habían detectado actividades a las cuales
podríamos llamar “peculiares”. Ahora vivía una pareja con un
bebé, y asustados habían contactado al profesor, quien era muy
famoso por sus casos, en cuanto se enteraron de la amenaza paranormal
que los envolvía. Él ya había hecho que un cura los bendijera y
a la casa también.
Pero
antes de que el cura terminara de "exorcizar" la casa, el
profesor quería estudiarla un poco más.
Gala
ya había sacado las cámaras, se guardó una Biblia en el bolsillo,
agarré el agua bendita y me dio un rosario.
Después
de un rato sin señales, Tyler empezó a tener conductas
preocupantes. El profesor Lerman nos hizo alejarnos de él y empezó
a recitar la Biblia, lo cual lo hizo estallar en un ataque de ira.
Anna llamó al cura, y yo apreté el rosario contra el pecho. Sentí
como Gala se escondía atrás mío y rezaba.
-Padre
nuestro que estás en los cielos...- repetía el profesor una y otra
vez. Tyler estaba tirado y haciendo formas con su cuerpo como un
contorsionista.
En
cuanto llegó el cura todo pasó rápido. Dijo unas palabras en
latín, y Tyler cayó al piso con un “crack”. Sentí cómo el
rosario en mi mano se quebraba. Pero el sonido fuerte que me había
hecho estremecer hasta los huesos, había sido de Tyler.
Se
había roto tres costillas, el fémur y dislocado el hombro.
Decidí
llevar a Gala a su casa para asegurarme que llegara bien. Cuando
entramos, su mamá nos estaba esperando.
Nunca
creí que una persona pudiera gritar tanto.
Por
si no fuera poco, el hermano me interrogó con uno de esos
cuestionarios sacados de internet.
Creo
que Gala notó que me estaba por bajar la presión, así que le rogó
de rodillas a su madre para que yo pudiera descansar en el cuarto
extra que tenían. La madre aceptó, después de revisarme los
bolsillos y el bolso. Creo que se espantó con el agua bendita, y el
rosario roto. Pero aquél momento en el que sentía que
la habitación me daba vueltas no me pareció el mejor para
explicarle nada.
Con
Gala coincidimos en que no estábamos listos para ver lo que habíamos
visto, y al parecer el profesor Lerman está de acuerdo con nosotros.
Vamos a tomarnos estos últimos meses de secundaria para ser chicos
normales, antes de comenzar la universidad.
Empezamos
por este domingo, que conoceré a su padre.
Gala.
Querido
diario:
El
sábado fui a La Casa, por suerte ni Elliot ni mamá descubrieron el
porqué real. Bueno, mamá ni siquiera sabe a dónde fui, ni tampoco
sabe que yo sé que soy adoptada. (Perdón por el trabalenguas).
Sé
que nunca te expliqué lo que me interesaba de esa casa, así que
decidí hacerlo ahora, aunque después deba quemarte para que te
lleves mi secreto con vos.
En
esa casa, (que supuestamente está embrujada) vivían mis padres
biológicos. Y fueron asesinados también ahí. Ya sé lo que vas a
pensar, ¿fantasmas? ¿Demonios? No, mi papá estaba metido en algo
con la mafia. ¿Complicado, no? Pero esto no termina acá. En esa
casa se registra una muerte cada diez años.
Claro
que eso lleva a una pregunta obvia… Si era la mafia, ¿Por qué las
demás muertes?
Bueno,
descubrí que todos los asesinatos que ocurrieron, sucedieron porque
las personas que compran esa casa están siendo embaucadas por los
mismos pesados. Todavía no sé cómo, pero cuando adquieren la casa,
también adquieren una deuda. Deuda que debe ser pagada los diez
años, o alguien muere. Deuda que va creciendo por cada propietario
que no paga, haciéndole imposible al nuevo comprador de pagarla.
Como ya te diste cuenta, la deuda la tenés con la mafia, un grupo
especifico que da miedo hasta nombrarlo, pero a vos te digo quién lo
dirige: Felipe V...
Claro
que todo tenía una razón, hasta hoy cuando Tyler fue poseído.
Se
suponía que no había nada real en lo paranormal de la casa,
obviamente. Por eso me asusté tanto o más que Anna.
Diario,
pensaba explicarle a Elliot la verdad de por qué deseaba tanto este
caso, pero después de hoy voy a callarme para siempre. No
quiero repercusiones, no estoy preparada para afrontarlas. Voy a
enterrar este secreto en el fondo de mis recuerdos, y quemaré
cualquier rastro (vos, las cámaras, mis cuadernos con anotaciones).
Creo
que voy a ser de las pocas personas en la universidad que realmente
crea en la parapsicología.
Y
esto es todo, me voy porque llegó Elliot, hoy le presento a mi papá.
Gala.
Fin.
Autora: Camila Barboza Peri, 3ºA
Por lo que veo, tenemos una nueva voz femenina en la narrativa argentina. Muy buena composición, realmente uno como lector queda asombrado de lo que puede lograrse con esmero e imaginación.
ResponderBorrar¡Felicitaciones por este espacio y éxitos con lo que viene!
Maximiliano Medina
me encantó la historia y la elección de la forma que tiene el relato.
ResponderBorrarespero la próxima ansiosamente
Uno como lector queda asombrado, no solo por lo logrado con tanta imaginación, sino también por el nivel de desarrollo y buena escritura notable.
ResponderBorrarQuiero felicitarte y contarte que sin dudarlo puedes llegar a ser una futura gran escritora.
No dejes nunca de escribir, sigue así que vas por un MUY BUEN CAMINO. Micaela Torres