UN HÉROE, UN CAMINO EN EL QUE LOS DIOSES INTERVIENEN, MONSTRUOS, ESPECTROS, UN AMOR QUE VA MÁS ALLÁ DE LA MUERTE.
ESTE CUENTO FUE ESCRITO POR NUESTRO COMPAÑERO, ALEJANDRO ESCALERA, QUIEN SE INCLINÓ POR UNA HISTORIA MÍTICA.
ESTE CUENTO FUE ESCRITO POR NUESTRO COMPAÑERO, ALEJANDRO ESCALERA, QUIEN SE INCLINÓ POR UNA HISTORIA MÍTICA.
"EL CABALLERO LEGENDARIO"
Esta historia comienza con un joven caballero llamado Orfeo, que según la
mitología era hijo de Apolo y de Caliope, una Musa de la poesía épica y de la
elocuencia que poseía el don de la música y de la poesía al igual que Apolo.
Así como sus padres Orfeo heredo también el don de la música y la poesía.
Siendo así, Apolo le obsequió una Lira a la cual Orfeo, en homenaje a las Musas, le aumentó el número de cuerdas de su divino instrumento de siete a nueve.
Este joven caballero debido a su forma de ser tenía muchas pretendientes que se
habían enamorado de él, pero sólo una mujer logró robar el corazón de Orfeo,
aquella fue un Ninfa de los valles de Tracia que poseía una belleza única, su
nombre era Euridice. Se cuenta que Orfeo estaba profundamente enamorado así
como ella de él. Debido al amor que se tenían, estaban a punto de casarse, pero
otro hijo de Apolo llamado Aristeo también se había enamorado de esta bella
Ninfa.
En el día del casamiento cuando Euridice se
encontraba sola, y aprovechando la oportunidad, Aristeo no pudo contenerse y
perdiendo toda razón y sentido persiguió a la joven para hacerla suya pero la
joven corrió gritando. En ese intento desesperado de la joven por huir, desgraciadamente tropezó con una rama y en ese breve instante una serpiente que poseía
un veneno letal le mordió el tobillo y la joven se desvaneció inmediatamente.
Orfeo al oír los desesperados gritos de su amada corrió en su rescate, pero ya
era demasiado tarde: cuando el llegó, Euridice se encontraba ya muy lejos. Su cuerpo había descendido al inframundo donde Hades Reinaba. Finalmente, la pena
invadió a Orfeo, quien llorando desconsoladamente a las orillas del río Estrimon
entonó melodías tan tristes que todos los dioses
y todas las ninfas se conmovieron y le incitaron a descender al inframundo para
traer de vuelta a su amada.
Orfeo fue en busca de Euridice por un pasaje conocido como Katabasis, un
camino secreto rebelado por los dioses solo para este joven valeroso el cual
recorrió hasta llegar a las puertas del infierno donde allí se encuentra con
Serverus, la mascota de Hades. El joven en ese momento inmediatamente tocó su
Lira transmitiendo gran determinación y fue así como durmió a la bestia de tres
cabezas. Así como en las puertas del infierno tuvo un obstáculo en el camino, en adelante tendría que superar varios de ellos, tendría que pelear con miles de espectros
horripilantes, hasta llegar a el río que lo conduciría a Cocitos donde Hades
se encontraba. Este río, más bien conocido como el río Aqueronte, estaba repleto
de peligros y solo había un barquero capas de navegarlo ,su nombre era Caronte
un espectro codicioso y malvado que a cambio de un cristal en forma de corazón, de inmenso valor, llevo al caballero hasta la orilla del famoso lugar llamado
Cocitos.
Cuando llegaron a la orilla el espectro atacó al joven, pero este se defendió y pudo vencerlo.
Una vez derrotado el espectro , el corrió rápidamente hasta llegar al templo de
Hades, donde se detuvo al ver sólo una sala vacía, pero eso no le importó. En cambio, tocó su lira incansablemente con el llanto de dolor y
arrodillado, sus melodías mas tristes, tanto fue la tristeza que transmitía que
hasta los espectros que se encontraban allí rompieron en llanto al escucharlo. De repente, en la sala se encontraba nHades y los tres jueces del infierno
escoltándolo: Radamanthis, Minos y Ayacos.
Con su lira, Orfeo logró ablandar el corazón duro del dios del
inframundo y éste le concedió su deseo devolviéndole a Euridice, pero le prohibió mirarla hasta que llegaran al mundo
de los vivos, donde los rayos del sol bañasen el cuerpo de la joven. Recién
allí Orfeo podría voltear a verla.
Ellos inmediatamente emprendieron el viaje
de regreso aunque se le presentaron obstáculos en el camino como el ataque de nuevas bestias y espectros horripilantes. A pesar de ello, Orfeo no volteaba a ver si
su amada se encontraba bien, el sólo seguía el camino.
Cuando finalmente llegaron a la superficie y vieron el sol salir, Orfeo
inmediatamente volteó para mirarla, pero por desgracia los rayos del sol todavía no
habían bañado aun completamente el cuerpo de la joven, quien se desvaneció
completamente, desapareciendo. Algunos piensan que esto había sido obra de Hades
pero lo cierto es que luego de esto Orfeo también desapareció. Dicen algunos que permaneció tocando su lira infinitamente, donde todo lo que lo rodeaba caía en llanto debido a la
tristeza que Orfeo transmitía a través de sus ojos claros.
Al morir, las musas recogieron su cuerpo y lo
sepultaron bajo el olimpo.
Al cielo subió su música, transformándose en la constelación que lleva por
nombre la lira que contiene la estrella Vega una de las mas brillantes del
firmamento, así como brillantes eran los ojos de su amada Euridice que tal vez
siga esperándole aun en el infierno acompañada por el recuerdo de su canto y
sus melodías. Su alma se elevo hacia las constelaciones celestiales, allí no
para de tocar hermosas melodías, sino con la esperanza de rescatar a su amada
algún día.
Aun cuando miro su constelación puedo oír sus melodías así como el susurro que
pronuncia un Euridice te amo.
Alejandro Daniel Escalera
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